25/11/10

Clases de dibujo 1 & 2 Dawn of souls

Como alguien que tiene tiempo dibujando he visto a muchos otros que comparten esta pasion, la mayoria jovenes influenciados por las tendencias manga y muy raramente por el comic, eso mismo genera que los dibujos sean parecidos y compartan una serie de errores nacidos de la ignorancia y la falta de un maestro que les indique aquello que deben aprender primero, por ello me decidi a hacer un tutorial que explique las bases que suelen ser pasadas por alto, cosas que se aprenden de forma inconsciente con la practica pero que de no ser indicadas toman demasiado tiempo

Debo aclarar que esto no sirve para hacer retratos o paisajes y esta enfocado a la creacion de personajes sin un modelo, a ver si les sirve

De momento llevo dos partes bastante cortas, si alguien quiere aprender usando esto debe esstudiar la anatomia por su cuenta, yo me dedico a hablar de bases que no suelen mencionarse ya que no tiene mucho sentido hacer mas de lo que ya esta en internet

La primera parte:

En formato de imagenes (4Mbytes)
En pdf (14Mbytes, no se porque salio tan pesado)
Leer online

La segunda parte:

En formato de imagenes (4Mbytes)
En pdf (10 Mbytes)
Estoy teniendo problemas con la pagina online, a ver si en unas horas puedo subirlo

A ver si alguien me dice de donde salio la referencia en el titulo de esta entrada ^^, pueden ver mi Deviantart para que calibren si estoy al nivel de enseñarles algo

Mi galeria (tambien pueden verla dando click al boton verde en la barra derecha de este blog)

Aunque no he subido mis ultimos dibujos pero en cuanto termine la libreta donde los hago se los cuelgo en otro viernes, nos vemos

19/11/10

Biografia de Gin Hindew

Apenas ayer me di cuenta de que se ha cumplido un año desde que inicie este blog así que para conmemorar voy a inventarme un autor, la idea no es mía, se la estoy plagiando a Igor quien tuvo la ocurrencia de crear un autor con una vida más interesante que la suya y adjudicarle la creación de sus obras ¿Por qué no? Finalmente estoy tratando de crear mundos enteros y quedarían mejor si los hace alguien con una personalidad más apta para el caso

Pero no quiero hacer la ficha de mi personaje y seguir las cosas como siempre, quiero darle forma a mi autor y hacer los escritos que él debería hacer, que sean consecuentes con su persona y que parezcan hechos por alguien así, con esto en mente me he inspeccionado para ver cuáles son los temas a los que tengo mayor recurrencia y en base a ello armar la historia de mi autor, y para que la transición entre él y yo sea más fácil comenzare por darle el nombre que he usado en este lugar, la misma edad que yo y un pasado posible pero irregular, les presento a Gin Hindew

Gin, cuyo nombre significa “plata” o plateado si se usa como adjetivo nació en una familia de ascendencia campesina, el apellido Hindew es resultado de una mala transcripción de la palabra “Hindú” cuando sus abuelos registraron sus nombres pues entre las personas de pueblo recién empezaban a usarse los documentos de identidad y habían pronunciado la palabra como Jinduw debido a la mala pronunciación de la hache y el acento, Gin es hijo de una secretaria de escuela y un conserje (también de escuela), creció en el campo aprendiendo un poco bien y un poco mal las faenas del lugar, sin embargo el principio de sus inclinaciones literarias puede rastrearse en dos factores, el primero es el tiempo en que su madre no tenía tiempo para cuidar del él al salir de clases y lo dejaba en la habitación donde guardaban el material de estudio, que incluían un torso humano cuyos órganos no encajaban del todo al volver a ponerlos (al pequeño Gin siempre le sobraban intestinos al reacomodarlos), laminas con mapas y animales, folios escritos a máquina que su madre archivaba continuamente pero sobre todo tenia libros de letras grandes que encontró fáciles de leer pues la familia de su madre le daba bastante importancia a la educación (tómese como ejemplo que el mayor de sus tíos había sido el primer profesionista de su pueblo) y le había enseñado a leer a temprana edad, el otro factor es el hecho de cambiar varias veces de escuela, los seis años de la primaria los pasó en cuatro escuelas diferentes por a los cambios que sus padres hacían para poder regresar a su pueblo de origen con lo cual dejó de acercarse a las personas por la falta de tiempo para hacer amigos duraderos, esto le impulsaba hacia la comodidad de las pequeñas bibliotecas de esas escuelas de pueblo, todas eran pequeños cuartos usados a veces como bodegas debido a la falta de lectores, así que el pequeño Gin se sentía seguro en esos cuartos tan parecidos al primero que había conocido, a medias con libros y a medias con cachivaches variados, esto también explica la tendencia que tiene a robar y coleccionar objetos curiosos, (no todos son robados pero si son coleccionados) hasta la fecha se contabilizan:

- Una piedra de obsidiana
- La punta de una bandera
- La manija de una puerta
- Una canasta miniatura
- Un lápiz gigante
- Un llavero peluche con cuerpo de resorte,
- Una serpiente articulada de madera
- Una pelota de conchas
- Un barco miniatura
- Un guante para niño pequeño
- Un trozo de cuarzo
- Una funda de celular tipo calcetín
- Dos escarabajos
- Una mariposa
- Un mosquito (perdido recientemente)
- Algunas estatuillas
- Una barra de metal torcida
- Una máscara de yeso

Y otros objetos inútiles que no me ha dejado ver, es también en esta época que surge el aprecio que le tiene a los gatos, quienes solían sentarse en sus libros y a los que como a él no les molesta estar solos, una experiencia decisiva en su gusto felino esta retratada en “El demonio y la ninfa”, novela que algún día piensa terminar

El siguiente paso viene cuando Gin entra a la secundaria y tiene problemas de socialización que incluyen algunas burlas de sus compañeros, cosa que no le importa demasiado pues su falta de contacto le impide entender las bromas que le hacen, en esta época lee más libros de temática poco común entre los jóvenes de su edad que incluyen la Odisea y El Quijote (pero de hecho en su entorno ya es bastante raro encontrar a un lector habitual) y establece como algo común el distanciamiento con las personas, finalmente llega al bachillerato a una escuela de población predominantemente masculina, con ello las bromas pesadas y las palabrotas están a cada paso y Gin comienza a entender la diversión desde un punto de vista más básico, más animal, esto combinado con las continuas observaciones hechas entre la escuela, su familia y la interaccion con los animales de granja que invariablemente acaban sacrificados le hacen apreciar la sociedad de una forma que es mezcla de lo visceral y lo intelectual, así finalmente puede acoplarse y hacer amigos mientras continua con sus observaciones sobre las personas, no es movido por algún deseo de conocimiento superior sino por una curiosidad egoísta que le gusta comparar con la de los gatos

Actualmente Gin estudia filosofía impulsado por las peculiaridades de su formación (que ha revisado una y otra vez), suele discutir mucho sobre las distintas teorías del comportamiento más por el placer de debatir que por defender alguna postura y escribe simplemente porque le gustan las historias, le gustan los espacios abiertos y las habitaciones envejecidas, las camas con cobijas suaves, las plantas, los videojuegos, también le gusta ver la iluminación de las calles en la noche y comer pollo con nopales (y por supuesto el chocolate), le molestan las personas que hablan mucho y los perros, tampoco le gustan las concentraciones de gente y le gusta la sensación que dejan las patas de gato al caminar sobre su cuerpo

Como curiosidad final su nombre fue escogido así porque algún hippie new age convenció a sus padres de que hacia buen feng shui y aunque en realidad le gusta el significado no les perdona que lo tomaran tan a la ligera


12/11/10

Post Mortem

Eran las seis de la mañana

Se despertó confuso, se limpió la cara en un gesto reflejo, no había sangre, nunca la había, se levanto despacio como cada ocasión, siempre le quedaba el recuerdo del cuerpo siendo destrozado, esta vez había sido el cuello, se lavó la cara girando el rostro para convencerse de que seguía intacto, al menos no había vuelto a repetir la experiencia del descuartizamiento ¡dios! ¡Que horrible! Lo peor era pensar que el asesino seguía suelto, despedazando gente por todas partes… partes, la palabra le daba miedo “vamos por partes” “esta parte” “parte” “parte” palabra monótona en un sujeto despiadado

Al menos la última noche solo había sido un accidente, las luces, la música, la velocidad y un auto girando a ciento treinta por hora, nada como darse la gran vida antes de una gran muerte “¿existe tal cosa?” la pregunta ya no significaba tanto después de esas noches ¿Cuántas iban ya? ¿tres años? Si, tres años y seis meses, la primera había sido un incendio espectacular, aun recordaba la intensidad de las luces que despedazaban su piel, la de aquel sujeto por lo menos ¿Cómo se llamaba? Marcos… Martin, algo así, había salido en el periódico y lo más lamentable le había parecido la transformación de su cuerpo, aquella noche había levantado vigas, derribado puertas y arrastrado a cuatro personas hacia la vida, sentía el poder de sus brazos y la potencia de sus piernas que terminaron reducidos a muñones carcomidos, el pobre tipo no se lo merecía

¿Acaso alguien lo merecía?

¿Quién? Se pregunta por enésima ocasión ¿Quién merece morir?

En el camino hay un vagabundo, en la otra un hombre de traje, una mujer, un bebe ¿Quién debería morir esta noche?

Dicen que ver la muerte hace valorar la vida, que se lo digan a él que muere cada noche, lo peor era eso, lo peor era darse cuenta que el sol no parecía mas cálido ni las luces más brillantes, la comida no sabe mejor y los odiosos vecino siguen siendo igual de odiosos ¿hay algún sentido en todo esto?

El suicida toma el autobús y se dirige al trabajo, en el fondo una señora no para de hablar y el chofer no mira el camino, tiene sueño y cabecea un poco, un gato atraviesa la calle y una familia frena de golpe, el autobús se estrella contra ellos y las personas vuelan por un segundo y el suicida sonríe disfrutando la sensación, ya ha chocado antes y sabe que está intacto, la frente le sangra y se vuelve a limpiar la cara sorprendido de encontrar algo, la gente grita y la señora empieza a llorar, todos mira alrededor desconcertados pero él se baja y toma otro autobús, la gente lo mira y se sorprende por su entereza ¿de que diablos hablan? como si alguien diferente no muriera cada noche, como si el mundo no siguiera girando

Hay que llegar al trabajo y el jefe está furioso, los desgraciados del banco han rechazado el préstamo y están a punto de quebrar, le grita y le ordena, una y otra vez, todo el día rehaciendo los mismos papeles, la secretaria esta tensa, el jefe esta tenso y el suicida sigue viviendo, como si no fueran prescindibles, como si al otro día no fueran a ser olvidados ¿Josué? Si, se llamaba Josué, tenía una novia más bonita que la secretaria y un padre más rico que el jefe y ahora está muerto

El trabajo termina (o nunca termina pero ¿a quién diablos le importa?) el día sigue, la vida sigue, el puto mundo sigue y a nadie le importa, en el parque las madres recogen a sus niños sin preguntarse que pasó con Ximena la que se ahogo hace un mes ni donde se ha mudado su esposo, donde vive su hijo y si el suicida muere a nadie la va a importar… tal vez

A veces sueña que no está solo, que en algún lugar hay otro suicida durmiendo en las vidas de otros, que si el muere se convertirá en el recuerdo exacto de alguien más en algún lugar, en algún momento, a veces también escribe versos antes de dormir y los guarda bajo la almohada

No la suya, la almohada vacía, la del sujeto que vivía ahí antes y la había dejado, era una muerte simbólica, el tipo que desaparece y deja una almohada para ser recordado, una almohada dejada por descuido, porque no era su intención dejar nada ¿Qué mejor lugar para guardar las palabras? Los versos por los que no estaban, los desconocidos que le importan más que a sus propias familias

A veces incluso desearía hacer algo mejor, solo a veces

Y bajo la tarde que muere, en el día que muere, en la hora que muere (que repetitivo, él lo sabe y por ello lo busca) el suicida le da una moneda al mendigo que se retira y pone un cartel para el ciego por el que ya vienen “solo puedo ver sus buenas acciones” así como el mismo solo puede ver la muerte sin sentido, si alguien le diera una moneda por cada muerte… las pediría de plata para darle algún significado

Un tipo avanza corriendo, se tropieza con el suicida, le da un empujón y sigue su camino, lleva una cuerda y una mochila, el suicida decide seguirlo y corre en la estela de gente apartada por el sujeto, llegan al centro y ya es de noche, sus amigos lo esperan cuando se encienden las luces y el suicida espera a distancia, llevan marcas en el brazo y mochilas enormes, el guardia sale del reloj y cierra la puerta, se dirige a su casa y los mochileros se toman un trago, alguno saca una ganzúa y la presume a los demás, los otros toman algo de comer y el suicida los observa ya mas cómodo desde un café mientras pierde el tiempo inventando una historia desgraciada para contarle al camarero, ordena otra copa y otro sándwich, después de un rato los mochileros se levantan, bebe el vino y pide el sándwich para llevar, ya son las diez y los mochileros han entrado a la torre del reloj, el suicida observa oculto entre los árboles del parque y se pregunta los motivos, las linternas de los mochileros se reflejan entre las ventanas y el suicida se pregunta si tal vez para mañana eso signifique algo, uno de ellos se asoma y lo mira entre los arbustos, el suicida lo siente venir, es eso que pasa en la noche, se desmaya sobre el pasto, aun alcanza a sentir la frescura de las plantas antes de ver a través de sus ojos, los demás mochileros le dicen algo y deja de observar hacia abajo mientras siente que está siendo observado, el mochilero regresa con sus compañeros y van abriendo puertas mientras suben por las escaleras, son diez pisos y no hay elevadores, a él le toca vigilar hacia abajo y mira otra vez a los arbustos y el parece ver a alguien dormido, un borracho tal vez “que duerma esta noche y que despierte en un momento” sus compañeros están trabando las puertas con soldadura y la ,los chispazos se escapan pero no hay nadie para verlos, son más de las doce y no hay nadie fuera, y los que hay nunca miran hacia arriba

Son las dos y están en la cima, el camino está bloqueado una y otra vez, los mochileros apuntan al edificio de gobierno con una carga de fuegos pirotécnicos, el proyectil viaja y se estrella contra la pared, después explota en una bola de luz colorida y un trueno que sacude a los vecinos, acaban de sacar la gasolina y encienden los muebles que han apilado, la policía llega y ven las llamas sobre la torre, al ver las patrullas los mochileros disparan otra carga para anunciarse y la torre está rodeada

- "Vengan por nosotros si quieren" - gritan desde el megáfono- "cerramos cada puerta en la subida, no hay forma de detenernos"

Ellos abajo preguntan sus demandas y se les responde

-"Nada más que esto señores, queremos publicidad"

Otro de ellos habla al periódico, uno más a los bomberos, el vigilante recuerda al borracho abajo en el parque y se asoma esperando verlo despertarse, entonces recuerda a los alcohólicos anónimos, había estado con ellos antes de ir a la torre y despierta a uno para avisarle del suceso “estamos arriba y en un rato nos quemaremos”

Las personas están abajo, los bomberos están abajo, los curiosos están abajo y si tuvieran un helicóptero seguro que estaría ahí arriba vigilando

Los mochileros han terminado con sus preparativos, toda la madera de los libreros y su contenido en una pira especial, una masa de celulosa formando una alberca de gasolina, todos entran a su jacuzzi y recitan sus plegarias a sus dioses, a sus santos o a lo que tengan, vigilante recuerda aquello que le ha llevado por ese camino y lamenta que nadie pueda saberlo, pero debe ser así, deben desaparecer con el misterio de los sucedido, nada es grandioso si desaparece sin misterio

Se acaba el tiempo y ya han derribado las puertas hasta el quinto piso, los mochileros tienen una montaña de cosas rodeando a su fuente y ya se han puesto cómodos, uno a uno encienden sus velas, han puesto atención y saben que los están grabando desde un edificio cercano así que han inventado un ritual para la ocasión, han traído adornos para el pelo y brazaletes, el corredor extiende su soga y se amarran a ella, seguramente alguien lo interpretará como un ritual de suicidio para ir a algún paraíso, que importa, lo que importa es el misterio, el corredor dice su nombre mientras baja si vela hacia su lado, todos se presentan y se alegran de haberse conocido antes del fin, dejan que el fuego se extienda y se sientan a esperar mientras miran el cielo, en la lejanía se ve el brillo del alba, que buen momento para morir

El suicida esta jadeando mientras los paramédicos le inyectan algún suero para despertarlo, no ha reaccionado desde la madrugada pero ahora se levanta gritando, los empuja y sale de la ambulancia, tropieza, se levanta sudoroso y el cielo apenas se ilumina, débiles rayos coronando la poderosa hoguera, se estremece por el calor, allá arriba esos hombres se dejan deshacer, otra vez el calor y guarda sus palabras, otra vez el dolor y sabe que no quedará nada mas de esos hombres

Y eran las seis de la mañana

5/11/10

Artes de ladrón

Empezó como un medio para cumplir con sus contratos, al principio solo tomaba una o quizás dos si es que eran algo simples, mezclar ideas es algo fácil siempre que no tengan demasiada identidad aunque con el tiempo había ido perfeccionando el arte de robar y mezclar ideas, rondaba las escuelas de arte escondido entre las sombras de otros artistas (no es tan difícil como parece) caminaba discretamente apagando su escasa luz propia y los estudiantes lo tenían por un admirador del arte que aceptaban de buen grado por sus constantes adulaciones, debilidad clásica a la que supo sacarle provecho, los más brillantes eran fáciles de distinguir porque, bueno… porque brillan, la luz que irradiaban era sutil, intensa, danzarina según el artista, y en la mayoría de los casos agradable, el ladrón había aprendido a no rondar a los artistas de luz mordaz, que se empeñaban mas en mostrar su grandeza que sus ideas, el motivo de sus incursiones

No resultaba difícil, tan solo tenía que acercarse a ellos estando a solas y mostrar un pequeño proyecto, cualquier cosa, lo importante era la reacción, siempre en el mismo orden “no esta tan mal” “la idea es buena” necesitas trabajarlo” y la pregunta ¿tu que harías? Nada más simple que hacer hablar a un artista, entonces le largaban historias sobre sus proyectos, siempre diversos, siempre nuevos, siempre iguales, algunos inútiles, algunos valiosos

Y claro, él se los robaba

Era cosa de un segundo, distraerlos con un cambio de tema para que miraran hacia otro proyecto y arrebatarles el suyo justo (literalmente) frente a sus narices, la gran ventaja es que habiendo olvidado la idea pues… pues eso, la olvidaban y se convertía en un crimen limpio, el ladrón había aprendido que no debía copiar ideas así que se las robaba completas, extirpadas desde la glándula creativa, localizada justo tras el brillo de los ojos, la herida parecía un tic nervioso asociado a la sensación de haber perdido algo y muchos se rascaban la barbilla buscando estimular el flujo de ideas (conocido truco de artista) pero resultaba inútil

Una vez en su estudio el ladrón sacaba las ideas, grandes y jugosas y las ponía sobre el mortero, las molía, las cortaba, las deshacía y las volvía a formar, la esencia era las misma pero nadie, ni siquiera el propio dueño podría reconocerla, entonces se la colocaba y se vestía con ella y envuelto en la idea se ponía a trabajar, tomaba un lienzo, un trozo de mármol, de roca o madera, sacaba los pinceles y embarraba la pintura por todas partes, trabajaba desde el amanecer hasta el día siguiente y terminaba exhausto de canalizar tantas ideas

El resultado por supuesto era grandioso, la critica alababa su pericia en los detalles, la magnificación de sus trazos, el ingenio de sus escritos, lo catalogaban como El Maestro de Todas las Artes, hacia exposiciones, firmaba autógrafos (si, un artista firmando autógrafos) vendía sus obras en cantidades estratosféricas y en una ocasión lanzó un bote de pintura a una tabla, puso el resultado en una exposición y lo halagaron hasta la saciedad, se había posicionado por encima de la crítica, del análisis, incluso por encima del buen gusto, ahora era El Artista y nadie le cuestionaba nada

Pero seguía rondando las escuelas, pocos lo saben pero la creación es un vicio, una droga, es una necesidad apremiante que nada puede calmar más que la creación misma, los verdaderos artistas lo saben y lo han mantenido en secreto, su posición en la sociedad se derrumbaría si supieran que no son tan distintos de cualquier adicto, la diferencia es que esta adicción surge de ellos y no del exterior, por eso rondan ansiosos por las calles, por eso salen a caminar tanto tiempo, por eso lo ven todo y experimentan con todo, están siempre buscando la formula de la creación infinita, algo que les permita crear por siempre, sin limitaciones, sin detenerse, por eso el ladrón había empezado a robar, por eso no podía dejar de hacerlo

Y ahí en la escuela otro artista cavilaba desesperado, había perdido la chispa y su luz intermitente apenas iluminaba la estancia, se había pasado la semana entera intentando encenderla pero no había nada, se estaba apagando y el frio le hacía daño, se vio a si mismo privado por completo de la capacidad de crear y se horrorizo ante la perspectiva, tenía varios éxitos y era joven, cualquier otro podría seguir creando al menos otros diez, doce años ¿Qué debería hacer? Vivir sin la chispa se le antojaba desesperante, lo peor sería el desprecio, todo su trabajo seria menospreciado, tachado por el estigma de su autor apagado, una vida sin brillo y un legado mancillado ¿Qué debería hacer? ¿Dónde estaba la respuesta?

No la había, no en esta vida

¡Claro! ¡esa era la respuesta! solo tendría que morir para resolver sus problemas, no mas futuro vacio, lo mejor era pensar en sus obras, pronto el publico las volvería a ver buscando en ellas el fantasma del suicidio, preguntándose que llevaría a un artista tan joven a la muerte, las examinarían una y otra vez y le pondrían mil significados, la obra de sus manos seria ensalzada hasta límites que él nunca podría alcanzar, sus preciados bebes viviendo de su sacrificio, claro, esa era la respuesta

Y de pronto nada

Había estado pensando en algo… ¿que era? La puerta estaba abierta, debió ser el viento, el artista regresó a su sillón preguntándose que estaba pensando, era una idea útil, lo sabía, solo que se le escapaba

Pasaba el tiempo y nada, no mas chispa, se había apagado, el joven resignado había vuelto a la escuela con la esperanza de encontrar algo, cualquier cosa que pudiera servirle, algo iluminaba el pasillo, la luz se mezclaba y se dividía, dos artistas discutían sus proyectos, después de un tiempo se despedían, el joven veía venir a uno de ellos, el brillo era tan intenso que casi lo cegaba y ahí justo detrás de sus ojos había algo, solo fue un momento, la tentación lo venció y la había robado…

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