- ¿Cuanto por el gordo?
- Doce puntos de tercer nivel
- Un poco caro ¿no?
- Mírelo de cerca- dice el vendedor y con los dedos levanta sus parpados- está infectado de cáncer replicante en tercera fase, no hay materiales tan buenos en cualquier lado
El cliente se acerca y examina la hinchazón, en un segundo una vena pulsa y se estremece, el niño gordo gimotea
- ¿Doce ha dicho?
El cliente saca la mano y estrecha la del comerciante, un pitido indica que la transacción se ha registrado, el vendedor le da la correa y el cliente se aleja con el niño gordo
- ¿Cuanto te dieron papá?
- Los doce puntos enteros Mali, ¿ves lo que te dije? Los enfermos valen mucho si se los vendes a los científicos ¿terminaste los ejercicios?
- Si papá ¿ya hiciste los tuyos?
Como cada mañana, lo sabrías si te levantas más temprano- le revuelve el cabello y mira el reloj - quedan dos horas de mercado Mali, voy por la comida, no vendas nada más barato de los precios que habíamos discutido
- Si papá
- Mali se queda en el puesto y la gente sigue caminando, las mercancías se agachan y se acercan a la carpa, a veces se alejan tanto como les permiten las correas y piden comida a los paseantes, la mayoría no les dan nada pero los buenos clientes suelen probar que tan dóciles se vuelven con un poco de alimento, Mali se acerca a la mujer que le está dando dulces a los niños y le sonríe
- ¿Le gustan madame? Son de los más alegres que tenemos
- La mujer los sigue mirando y saca ropa de su bolsa, Mali la detiene antes de que les ponga algo
- Eso no está bien madame, si quiere ponerles algo primero tiene que comprarlos, no es bueno que se encariñen con alguien que no los va a comprar ¿me está escuchando?
La mujer voltea
- ¿Tú los vendes muchacho?
- Si madame
- ¿Cuánto por el par?
- Diez puntos de segundo nivel
La mujer extiende la mano, trae un guante en lugar de implantes pero aun puede pagar en segundo nivel, el apretón y el sonido y los niños son suyos, ahora les pone las togas y las sujeta con un cinturón, hay un zumbido mientras se sincronizan con los collares
- Puede llevarse las correas, ya vienen incluidas
Ella lo ignora y se va con sus niños, en la carpa principal se oyen unos ruidos, Garron debe haberse despertado
“Al fin se levanta”
La lona se hace a un lado, Garron sale y voltea perezosamente
- Hola primo ¿ya está la comida?
- Mi papá fue por ella
“Un día de estos le van a poner un collar”
- Ayúdame a limpiar las mercancías
- ¿Yo?
- ¿Quién más?
- No me gusta tocar esas cosas – se sienta y se inclina - se que tu puedes hacerlo bien
“En serio, ya falta poco para ponérselo”
Garron acomoda dos sillas y se recuesta a lo largo mientras Mali lleva una tina y hace entrar a una mercancía, la va limpiando con una esponja húmeda, limpiarlos es importante porque a los clientes no les gustan si están sucios y lavarlos en público les asegura que están habituados al aseo pero Garron parece negarse a entender los trucos del negocio
“Dos meses sin hacer nada”
Malik observa satisfecho las líneas de su brazo, marcan un nivel cinco, un nivel dos y un nivel tres, con eso nadie puede negar su condición de humano útil, instruido y trabajador, Garron solo tiene una de cada una y no parece interesado en subir
- ¡Hola tío!
Garron se acerca a la mesa y saca todo de la bolsa, al padre de Mali también le desagrada su actitud pero lo deja comer, se acerca a su hijo y le muestra con gesto cómplice el nuevo collar que ha traído